EL TSJC RECHAZA LOS RECURSOS DE CONSERVAS LOLÍN Y NOTNA CONTRA LOS ACUERDOS DEL PLENO DE CASTRO URDIALES EN LOS QUE SE RECHAZÓ APROBAR LA MODIFICACIÓN DEL PLAN GENERAL PARA EL TRASLADO DE LA FÁBRICA A VALLEGÓN
LA SENTENCIA SE PUEDE RECURRIR ANTE EL SUPREMO, PERO ABOCA A LA CONSERVERA A SU DESAPARICIÓN AL NO PODER ACTUAR AL MARGEN DEL CONVENIO QUE LE HUBIERA DADO LIQUIDEZ
La Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria ha desestimado los recursos presentados por Conservas Lolin y Notna contra el Ayuntamiento de Castro Urdiales que no aprobó, en sendos acuerdos plenarios del 4 de febrero y 4 de marzo de 2020, la modificación puntual número 23 del Plan general para el cambio de uso del terreno donde se ubica la conservera en Brazomar, de industrial a comercial. Un cambio que hubiera facilitado el traslado de la conservera a Vallegón y la venta de esa parcela a una firma empresarial para la construcción de un centro comercial.
Lolín y Notna solicitaban que se declarase la nulidad de los acuerdos adoptados impugnados y que, al haberse reducido a cero la discrecionalidad, se declarase aprobada definitivamente la modificación puntual 23 del PGOU, o subsidiariamente se ordenase al Ayuntamiento su aprobación definitiva y que declarase el incumplimiento municipal del convenio al no haber tramitado la modificación con la mayor diligencia, condenando en costas al Ayuntamiento ”por la absoluta arbitrariedad con la que ha actuado, por su desprecio a los principios de la buena fe y de la interdicción del derecho, la ignorancia de la legítima confianza de las empresas y los importantes daños generados”.

Sin embargo, el TSJC señala que en la decisión del Ayuntamiento no ha habido desviación de poder como alegaban las recurrentes y que la decisión reiterada del Ayuntamiento de no aprobar la modificación del plan general ”estaba suficientemente motivada en motivos urbanísticos, ambientales de seguridad, de responsabilidad y económicos”.
El fallo, dictado el pasado 27 de abril, puede ser recurrido en casación ante el Tribunal Supremo. Se condena a Lolín y Notna al pago de las costas judiciales.
Con esta sentencia, Lolín tiene los días contados, tras más de 60 años de existencia, ya que su viabilidad pasaba porque se materializase el convenio firmado la pasada legislatura y que no ha recibido el respaldo de la mayoría del Pleno.
Los gerentes de Lolín ya han manifestado más de una vez que su futuro se ligaba a la aprobación del convenio ya que sin él, la empresa no puede hacer frente al traslado y financiación de una nueva conservera dimensionada a los nuevos tiempos.