La asociación de familiares y amigos de personas ingresadas en la Residencia municipal de la tercera edad de Castro Urdiales (ASFAM-URDIALES) pide al director del Centro que informe puntualmente a los familiares acerca de cualquier cambio o acontecimiento que pueda afectar o alterar la vida de los residentes, incluido el estado de las obras. “No es lógico que en la Residencia nadie sepa nada sobre lo que está ocurriendo”, se quejan en relación al proyecto de obras que se está ejecutando desde el pasado año.
En una segunda petición solicitan que las dudas y sugerencias de los familiares puedan llegar al Consejo Rector, por ejemplo, a través de un escrito que pueda ser leído y valorado. Finalmente, que se recupere la figura de Supervisora y Auxiliar de referencia, que con insistencia y desde hace tanto tiempo vienen solicitando, así como que se busque el modo de reducir la carga de trabajo de las trabajadoras de la tercera planta.
Son las tres demandas que esta asociación hace llegar en un escrito remitido a la alcaldesa, la concejala de Asuntos Sociales, el Director del Centro y el Consejo rector de la Residencia.
El colectivo afirma que la comunicación entre los familiares de los residentes y la Dirección “es prácticamente nula”. Al respecto, se quejan de la falta de información a los familiares acerca de temas importantes que afectan al día a día de los residentes , con lo que “cada cual busca la información donde puede, por lo que es inevitable que circulen distintas versiones de un mismo tema”.
Se quejan de que al no tener representación en el Consejo Rector, no tienen forma de transmitir a este organismo sus inquietudes, dudas y sugerencias.
Ponen de relieve además las carencias del Centro, a pesar del aumento de los recursos en los últimos años, gran parte de ellas organizativas, salvo en la tercera planta, “donde las carencias no son organizativas sino estructurales debido a la falta de personal. Las carencias organizativas se deben a la desaparición, hace diez años, de la figura de la Supervisora, esencial para el buen funcionamiento de la Residencia, ya que se encargaba de formar, informar y organizar a las auxiliares. Además, también se puso fin a la estabilidad de las trabajadoras por planta, lo que supuso la desaparición de la Auxiliar de referencia, a la que los familiares acudían para informar o ser informados acerca de las incidencias o asuntos relacionados con el día a día de los residentes”.
Finalmente, recuerdan que hace diez meses aproximadamente se iniciaron las obras de remodelación de la primera planta de la Residencia (financiadas mediante una donación privada) y, a día de hoy, “no solo no han concluido, sino que da la sensación de que están paralizadas. Las zonas afectadas son zonas comunes de esparcimiento y su inhabilitación repercute directamente en el día a día de los residentes”, lamentan.