La nueva formación política Encuentro/ Uztarketa denuncia el retraso de tres años en la licitación de las obras para eliminar el vertido de aguas fecales en el barrio Ribero de Sámano, que desemboca en el río del que se capta agua para consumo humano. Una actuación comprometida por el edil de Urbanismo Alejandro Fernández al comienzo de legislatura para septiembre de 2019 y que aún no se ha ejecutado.
“La junta vecinal de Sámano, junto con la de Otañes, es el paradigma de la desidia de este equipo municipal, y de los tres que le precedieron, en un asunto tan grave como éste, que supone un atentado medioambiental y un riesgo permanente para la salud pública”, subrayan.
En el caso de Sámano, aseguran que aparte de los 20 vertidos documentados al río, hay otros 10, al menos, que desembocan directamente en la vía pública, por donde circulan diariamente cientos de personas.
Actualmente, dicen que están acreditados 10 vertidos, pero, “probablemente, habrá más”: 3 en el barrio de Ribero, en Helguera, 3 en Hoz, desde la iglesia hace el cruce de la carretera Santullán-Sámano polideportivo, Llantada y Momeñe.
Consideran que corregir estos vertidos es una buena noticia pero estiman que la inversión realizada tanto en el Barrio Ribero como en el saneamiento de Baltezana y la depuradora de El Haya son obras menores que han supuesto en torno a los 300.000 euros en tres años de mandato “con una situación medioambiental y sanitaria aberrante por causa de los vertidos fecales”. Censuran también que no se informe de la cantidad ni los conceptos en los que se están gastando los 24 millones del canon del agua para obras de abastecimiento y saneamiento.
Imagen del desbordamiento del saneamiento en Dombergón.