
El Ayuntamiento de Castro Urdiales procederá a contratar cuanto antes los trabajos de descontaminación del parque de El Campillo en Santullán, en cuyo subsuelo se han hallado restos de amianto blanco y marrón (fibrocementos) procedentes de los materiales allí depositados de las obras, aún inconclusas, de la fase I del saneamiento de esta pedanía.
El concejal de Medio Ambiente, Jóse Mari Liendo, en declaraciones a Onda Cero considera que el informe de la empresa especializada contratada por el Ayuntamiento para realizar las catas del terreno, solicitadas por el Servicio de protección de la naturaleza (Seprona), a instancias de la Fiscalía de Cantabria, deja claro “la alta gravedad” de este asunto, tanto desde el punto de vista medioambiental y por el impacto en la salud de las personas, y la proximidad del río.
Las conclusiones del informe sobre la contaminación del terreno por amianto han obligado al Ayuntamiento a ordenar que se acote la zona del parque y prohibir el acceso de personas. Los departamentos de Urbanismo y Medio Ambiente trasladarán ahora este documento a las partes implicadas como la Junta vecinal así como la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, el Seprona, Carreteras y cualquier otra Administración afectada para recabar su valoración. No obstante, el edil Jóse Mari Liendo considera que de manera inmediata debe velarse por la salud de los vecinos a la hora de contratar la descontaminación del terreno, sin perjuicio del procedimiento de depuración de responsabilidades abierto por la Fiscalía de Cantabria por un presunto delito contra la ordenación del territorio. Y es que la empresa que ha hecho las catas ya advierte que aunque se realice el desamiantado, “el solar seguirá contaminado y liberando posibles fibras de amianto, con la erosión del viento y lluvias”.
Una situación que se remonta al 2 de noviembre de 2019, en plenas obras de saneamiento de Santullán, cuando el pedáneo Julián Revuelta autorizó a la empresa Gicsa a verter “todo tipo de material de obra” (uralitas y bidones metálicos, entre ellos), en una parcela de la Junta que fue rellenada y donde posteriormente se extendió tierra vegetal, se ejecutaron unas escaleras, una rampa peatonal de hormigón, se colocó mobiliario urbano y se reubicaron árboles. Trabajos autorizados por el alcalde de Santullán, sin haber obtenido los permisos y licencias ni del Ayuntamiento ni de las administraciones sectoriales (Confederación y Crotu). Ello dio lugar a la apertura de un expediente de restauración de la legalidad en el Consistorio castreño.
El concejal de Medio Ambiente, que no ha hablado con Revuelta sobre este informe, cree que el Ayuntamiento realizó la “vigilancia oportuna” de las obras de saneamiento, que son distintas de la gestión de los residuos que debe hacer la empresa contratista. En este caso, dicha empresa no hizo la preceptiva certificación del destino de los residuos, que acabaron en el parque de El Campillo, y por lo que luego solicitó una cantidad económica al Ayuntamiento.
Ahora, tras el traslado del informe de las conclusiones de las catas, de 18 páginas, sobre los puntos donde se tomaron las muestras, el tipo de residuos encontrados y las conclusiones sobre el acotamiento y cierre de la zona, se procederá a desamiantar el espacio con una empresa especializada y a escuchar la defensa que hagan las partes afectadas.