Como ya hemos informado, ‘La Pátera de Otañes’ puede ya verse en el nuevo Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (MUPAC) gracias a la cesión temporal de sus propietarios al Gobierno de Cantabria. De momento por tres años, renovables anualmente.
De esta pieza excepcional y obra maestra de la orfebrería de la época romana, hemos charlado hoy con Francisco De Lacha Otañes, titular de la Torre de Otañes y propietario de la pátera.
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La historia de la Torre de Otañes se remonta a 1212, (Siglo XIII). Sancho García de Otañes fue la guerra de las Navas de Tolosa con el rey Fernando VIII y a su vuelta se estableció junto al Pico de la cruz, construyendo una torre de defensa. Con las guerras de banderizos de aquella época, la familia fue prácticamente aniquilada salvo un pequeño que se salvó al estar en Baltezana con su ama de cría, por lo que el linaje pudo mantenerse. El niño creció bajo la protección de Diego López de Haro y cuando fue mayor regresó a Otañes aunque desconocía que en una cueva en la peña estaba escondida la pátera y varias copas del escudo familiar, entre otras pertenencias familiares. Cinco siglos hubieron de pasar hasta que en el XVIII por casualidad y al ir a recoger piedras para levantar una valla en un prado de la casa apareció la pátera.
El plato, cuyo origen se desconoce, pudo llegar a Otañes como botín de guerra o bien pudo ser creado aquí en la entonces Flaviobriga.
Siempre en la familia Otañes, es junto con la Torre una de sus señas de identidad y solo se ha expuesto públicamente dos veces. Una, en 1998 en una exposición de Caja Cantabria y otra, durante 3 años, en el año 2000 también para exponerse en el MUPAC.
Respecto a la casa, se divide en dos zonas. Una en la segunda planta donde se hace la vida familiar, especialmente en época estival y la otra, más museística, para los recibimientos. Una casa, declarada Bien de interés cultural, que es orgullo de la familia y que ha pasado de generación en generación. Una gran responsabilidad el conservarla, mantenerla y pasar su legado, en este caso al primogénito de Francisco.
De Lacha Otañes ha recalcado que la pátera “es mucho más que una valiosa obra de arte romano”, ya que supone el núcleo “esencial” de su estirpe, por eso cuando “hoy la depositamos en este Museo ofrecemos una parte de nuestro corazón familiar”.
También ha mostrado su satisfacción por la integración de esta pieza en el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (MUPAC), del que ha alabado su “permanente labor de mejora y crecimiento” y ha agradecido la “diligente” gestión de la Administración en este proceso.
La muestra permanecerá abierta al público entre el 28 de octubre y finales de año, y podrán visitarse en la sede del MUPAC, en el Mercado del Este de Santander, cuyo acceso estará incluido con la entrada al Museo.
Servirá como anticipo del futuro inmediato de la pátera, que volverá a Puertochico para formar parte de la exposición permanente del nuevo Museo, gracias al convenio suscrito por el Gobierno de Cantabria con su propietario, ocupando el lugar de honor que le corresponde, junto a las colecciones ya existentes y a las nuevas incorporaciones en una instalación cultural llamada a convertirse en uno de los grandes referentes de Cantabria en las próximas décadas.
































