El delegado de ocio nocturno de la Asociación de hostelería de Cantabria, Tomás Sánchez Lombraña, lamenta y expresa su más enérgica queja con la desescalada prevista por Sanidad en la región en lo que al sector de la noche se refiere, ya que la reapertura, tras dos años de cierre, está condicionada, con aforos al 50% y las discotecas sin pista de baile. En este sentido, cree que “ha sido una forma de salir del paso, porque no tiene ningún sentido” el trato dado a los bares y el ocio nocturno “como si el covid apareciera solo a última hora por la noche”.
En declaraciones a Onda Cero, Lombraña ha hecho hincapié en el tiempo que el sector de las discotecas (quedan 20 de las 28 que había dos años) lleva sufriendo “económica y psicológicamente”, ya que en la situación en la que han estado “no hemos podido planificar ningún tipo de evento” y las ayudas han sido muy pequeñas. Recientemente se recibían las correspondientes a 2020, unos 21.000 euros por discoteca, y se está a la espera de reunirse con el Presidente regional, Miguel Ángel Revilla y el Consejero de Turismo Javier Marcano para las ayudas de estos dos años.
Lombraña llega incluso a pensar que en Cantabria “hay intereses en reducir o destruir el ocio nocturno”. En este sentido, lamenta que desde el principio no haya habido voluntad de reunirse y de hablar para no haber condenado al sector a este “desastre”.
“El ocio nocturno es hostelería también y es continuación, uno es competencia. Ocho discotecas se han quedado ya por el camino, porque se suman gastos desde hace dos años y sin estamos sin hacer caja”.
Finalmente, compara la situación con la comunidad vecina de Bizkaia donde ya se han eliminado todas las restricciones y pide Lombraña que “nos dejen trabajar y que lleguen las ayudas”.