La Alcaldesa de Castro Urdiales, Susana Herrán, ha presentado hoy este proyecto cuyo objetivo es «poner en valor el entorno de la Atalaya, mejorar su adaptación al cambio climático y apostar por la movilidad sostenible», y que se incluye dentro de las actuaciones del Plan de sostenibilidad turística, dotado con 3,5 millones de euros de fondos europeos Next Generation.
«La zona se convertirá en un nuevo punto de atracción, de conexión dentro del recorrido turístico urbano y será un atractivo más que se pondrá en valor dentro de nuestros compromiso con el cuidado de nuestro patrimonio», ha destacado Herrán.
El proyecto tiene un presupuesto de licitación de 488.175 euros y un plazo de ejecución de seis meses.
Susana Herrán ha aclarado que la zona no será únicamente peatonal sino que se va a mejorar el entorno para poder acceder los vecinos respetando las zonas de aparcamiento actuales pero con un entorno muchísimo más amable, más cuidado, con un embellecimiento del conjunto histórico. «Será una apuesta muy positiva para esa zona de la ciudad», ha valorado.
Se enmarca dentro de las actuaciones (la número 4) de uno de los ejes de transición verde del Plan de sostenibilidad turística, que es la adaptación del sistema de recogida de aguas, la actuación 13 que es de embellecimiento del conjunto histórico y la actuación 7, de mejora de los entornos como espacios prioritarios para el peatón.

Actuaciones
En cuanto a las actuaciones propiamente dichas:
– se sustituirá el pavimento actual por piedra natural caliza, el mismo material y formato utilizado en el Corredor cultural de la calle 11 de mayo. Esta elección «viene a dar continuidad visual a todo el conjunto urbano, histórico y asegura la conservación de la entidad histórica de Castro Urdiales».
Será un pavimento antideslizante, accesible para garantizar la seguridad de las personas con movilidad reducida y favorecer el tránsito peatonal.
-Se instalará nuevo mobiliario urbano, zonas verdes con jardineras, canaletas decorativas y se plantarán especies vegetales autóctonas como el tamarit, resistente para esa zona cercana a la costa, «reforzando la armonía, homogeneizando el entorno y mejorando la experiencia para castreños y visitantes».
-Se actuará en la red de drenaje pluvial de la zona, dado que el proyecto responde a una realidad vinculada al cambio climático, lo que va a mejorar la recogida de aguas pluviales y garantizará su adaptación a los nuevos retos climáticos con colectores en el eje de la calzada conectados a las pozas y sumideros existentes y nuevos elementos de captación y canalización.
-Además, se harán nuevas acometidas en la red de saneamiento y el acondicionamiento de los pozos sumideros y «esto garantizará la seguridad y durabilidad de la estructura».
Durante la ejecución de la obra se realizará un control geotécnico y seguimiento arqueológico.
La Alcaldesa ha señalado también que este proyecto «no va a suponer un incremento de la huella urbanística sino una mejora ambiental y paisajística que refuerza la integración del conjunto y el respeto a esa zona de dominio público costero».


































