Hoy nos hemos desplazado hasta el Centro de salud Cotolino para charlar con varios de los sanitarios que están viviendo una situación de presión asistencial debido a la falta de profesionales médicos y la no cobertura de las sustituciones de las bajas. Un panorama que está favoreciendo un deterioro de la asistencia y un mal uso de los servicios sanitarios.
Dolores García Sánchez, Alicia Ramos Martín y Juan Carlos López Caro han puesto voz al colectivo para dar a conocer a la ciudadanía esta problemática que en Castro, como zona de especial configuración por la alta población flotante y con el verano a las puertas, supone una mayor carga de trabajo para los médicos de la atención primaria y una saturación de las urgencias médicas por las tardes.
Dolores García Sánchez ha explicado que desde el 1 de mayo se suprimió el servicio de urgencias por la mañana en Cotolino lo que se ha traducido desde entonces en la asunción de las atenciones urgentes por parte de los médicos de atención primaria cuyas agendas diarias se ven trastocadas.
Recuerda la doctora que la nueva UVI móvil del 061 “no suple un servicio de urgencias”. Es dependiente del hospital de Laredo y solo atenderá las urgencias/emergencias, y no las urgencias del día a día por lo que un mareo, una caída o un dolor de cabeza que no remite deberá ser asistido por los médicos de cabecera.
Ante esta circunstancia, el equipo médico de Cotolino ha trazado un plan organizativo dividiendo la jornada por tramos horarios en los que cada médico realiza una hora de atención en urgencias, suspendiendo en ese tiempo, sus agendas “lo que genera retrasos en la atención y listas de espera”, lamenta.
Por su parte, Juan Carlos López Caro ha incidido en la situación de saturación de los servicios de urgencias de Cotolino al no poder obtener los pacientes citas con sus médicos de cabecera. Por ello, no duda en señalar que “se está favoreciendo un mal uso de los servicios sanitarios”. Además, ha recordado que la Gerencia se comprometió a reforzar la atención primaria en Castro con dos médicos más, uno en cada ambulatorio, sin que a día de hoy se haya producido dicho refuerzo.
López Caro opina que hay que formar a más médicos teniendo en cuenta que en diez años se jubilará la generación de los 60, un 33% de facultativos. Cree también que no ha habido previsión desde la Administración ya que en el caso de Castro una zona de especial configuración, porque hay muchas urgencias, mucho trabajo, los profesionales no quieren venir. Por eso, han pedido varias a la Gerencia, a la Consejería, que incentiven esos puestos no solo con una mayor remuneración económica sino con más puntos en la bolsa, días libres, reconocimiento, etc.
Los profesionales médicos han puesto también de manifiesto los problemas que existen con algunas plazas como las de fisioterapia, enfermería o matrona. Sobre esta última, avanzan que este verano las mujeres tendrán que ir a Santoña para la atención ya que la matrona coge vacaciones.
Alicia Ramos Martín considera que la población flotante que reside en Castro en ocasiones viene al Centro de salud con informes de comunidades vecinas, lo que supone un mayor trabajo administrativo e imposibilita hacer un seguimiento de los pacientes y dar continuidad en la asistencia, algo que va tanto en detrimento del paciente como del médico.
Pide también a las Administraciones que no se deje escapar el talento, ya que recuerda lo que cuesta formar un médico para que luego se vaya fuera a otras comunidades u otros países”. En el caso de Cantabria, ahora hay toda una promoción de residentes que se van a ir fuera de la región porque no ha habido previsión y no se han propuesto “contratos golosos”, y aquí “parece que todo da igual y que se va resolviendo las cosas sin previsión”.
López Caro cree que la solución a corto plazo pasa por cubrir las zonas más necesitadas.
Pide además a los pacientes “que se haga un buen uso de los servicios sanitarios”, de un sistema que cuesta mucho dinero y que se anulen las consultas a las que no se acuda. “Hay que cuidar lo que tenemos”. También cree que como pacientes debemos quejarnos a las instituciones “para que los servicios estén cubiertos correctamente tanto en recursos materiales como personales, más recursos humanos que es lo que se necesita”.
Y es que la actual situación sanitaria aboca a una pérdida de calidad en la atención al paciente que se solventaría con recursos humanos suficientes, con la sustitución de las ausencias o con retener talento pagando bien. Cree además que las nuevas tecnologías ayudan a los profesionales a quitar burocracia para ganar tiempo para la atención a los pacientes y para la formación y actualización de los profesionales médicos.
En el caso del Centro Cotolino, de los diez profesionales médicos, actualmente, entre bajas e incidencias, están cinco que hacen el trabajo de toda la plantilla. No obstante, animan a otros facultativos a venir a Castro por el buen ambiente laboral y porque en Cotolino “se viene a trabajar y a aprender”.