Podemos Castro echa en falta «una apuesta decidida e iniciativas sobre la transformación de los monocultivos forestales de eucaliptos en bosques de especies autóctonas», a pesar de que el Plan estratégico del municipio diagnosticó y lo estableció como necesidad urgente, dentro de los objetivos de sostenibilidad y preservación de la biodiversidad.
Por ello, esta formación propone actuar sobre la regulación de los monocultivos, estableciendo medidas que supongan un cambio necesario en nuestros bosques.
La idea esencial, explica el edil portavoz Alberto Martínez, sería la obligación de la replantación con especies autóctonas de un 25% de la parcela tras cada tala, las cuales se realizan cada 10-12 años de media, con lo que se conseguiría un cambio gradual pero enormemente significativo en 2 o 3 décadas. «Se podría regular a través de una ordenanza, como ya se ha hecho en muchos municipios de España que tratan de revertir la masificación de eucaliptos en sus montes”.
Con este modelo, añaden, se permite a las explotaciones un margen suficiente para adaptarse a un cambio productivo más sostenible.
Podemos llevará este asunto a una comisión informativa para recabar la opinión de los demás grupos políticos y contar con el asesoramiento de los técnicos municipales. Posteriormente no descartan elevarlo a pleno.
El plan estratégico, apuntan, destaca como fortaleza el valioso patrimonio natural de la región, pero muestra preocupantes debilidades como la baja protección de los recursos naturales y su limitado aprovechamiento. Entre las medidas clave, que se proponen en el Plan están la repoblación de riberas y montes con especies autóctonas, disminuyendo paulatinamente las plantaciones de eucaliptos., así como la ampliación de la superficie protegida, estableciendo figuras específicas de conservación para ecosistemas de alto valor ambiental y la adaptación de la gestión forestal a un modelo sostenible, detalla el concejal.
Además, también recoge esta necesidad el Plan Forestal de Cantabria, señalando que el Ayuntamiento de Castro Urdiales debe reiterar su compromiso con la gestión forestal sostenible, basándose en principios de participación ciudadana y equilibrio ecológico.
«Incluso dejando el medioambiente y el ecologismo a un lado y basándonos en cifras, el eucalipto hace años que no es tan rentable como parece, en 2011 el precio de la madera de eucalipto en pie era de 27 a 30€ en Cantabria, 13 años después su precio sigue sin llegar a los 40.
En Castro Urdiales tenemos, encinas, tejos, alisos, castaños, avellanos, nogales, abedules, laurel, tilos, madroños, acebos, etc; árboles que además de tener muchos de ellos una madera noble, de gran calidad y con un precio nada desdeñable, dan frutos que son fuente también de unos ingresos económicos regulares y muy interesantes. Si bien es cierto que la madera tarda más años en poder explotarse, los frutos dan rendimiento todos los años, y con un buen sistema de tala y reforestación esta biodiversidad a la larga es mucho más rentable económicamente, además de la reducción de incendios y plagas y la regulación de los recursos hídricos”.
Alberto Martínez indica además que «el monocultivo de eucaliptos, históricamente fomentado por políticas forestales, ha sido objeto de críticas por sus efectos negativos sobre el suelo, el agua y la biodiversidad. Estudios recientes destacan su papel en la fragmentación de ecosistemas, la disminución de recursos hídricos y la vulnerabilidad al fuego.”
Cree también que aunque en Castro ha habido diferentes iniciativas de repoblación con arbolado autóctono, son «claramente insuficientes contra el empuje e intereses de la explotación maderera.”