Juan Carlos Carreira, uno de los voluntarios de la DYA que dirigió la semana pasada el convoy de ayuda humanitaria y recogida de refugiados en la frontera entre Polonia y Ucrania, ha pasado hoy por nuestro programa para hablar de esta experiencia. Puedes volver a escuchar la entrevista en este enlace:
Un viaje que le ha supuesto un gran choque emocional por la cercanía de una guerra que ha obligado a abandonar su país a cerca de dos millones de ucranianos, con escenas que tocan directamente el corazón al ser testigos del desamparado que sienten los refugiados y que se transforma en tranquilidad cuando entran en España.
Una ayuda que coordinó DYA Castro pero que no hubiera sido posible sin el resto de agrupaciones de Bizkaia, León y Extremadura así como el material y productos aportados por Una más uno.
“Lo que hemos visto no se olvida”, asegura Juan Carlos, que cree que la Administración española está actuando con retraso y lentitud en su respuesta humanitaria a los refugiados.
También ha hecho hincapié en las redes de trata de humanos que están aflorando en las fronteras con Ucrania aprovechándose de las circunstancias de los refugiados que necesitan salir del país.
Juan Carlos nos ha contado la carga emocional que para él ha supuesto este viaje: “durante el trayecto de vuelta, con 14 refugiados, uno de los niños le preguntó a su madre a ver si dónde iban tiraban bombas”, y ha asegurado que no dudaría en embarcarse de nuevo si la necesidad así lo demanda.
De las 14 personas, once se han quedado en Bilbao y tres -una madre junto a sus hijos de 8 y 16 años- en Castro Urdiales.