Un golpe de viento provocó ayer tarde un gran susto en la expedición rojilla de la Sociedad de remo castreña que regresaba de entrenar de la ría de Bilbao, al caer un batel en la autovía, en el puente de Muskiz, y quedar atravesado en la mediana, por la rotura de una cincha que lo sujetaba en el carro remolcador.
Goyo Villar Blanquet ha narrado en Onda Cero Castro los hechos.
Afortunadamente, no hubo que lamentar daños personales, solo materiales en el batel, ya que el camión que venía circulando detrás de la furgoneta del club castreño lo había a cierta distancia y pudo frenar para no ser golpeado por la embarcación caída. En dirección contraria, en el carril de aceleración tampoco hubo incidentes.
Los hechos ocurrieron pasadas las ocho y cuarto de la tarde cuando dos equipos de la sociedad de remo regresaban de entrenar con cuatro bateles en el carro remolque.
La tarde estaba muy desapacible con lluvia y fuerte viento. Al tomar la curva del puente de Muskiz, en dirección a Cantabria, una vez superado el socaire del monte, el vehículo quedó expuesto a las ráfagas del viento, rompiéndose la cincha que sujetaba uno los bateles que cayó por detrás y quedó atravesado en la mediana, invadiendo el carril de aceleración en dirección Bilbao.
Un vehículo ayudó a regular el paso y colaboró en la rápida tarea de recogida del batel que fue subido y sujetado de nuevo en el remolque.
El club estudiará el alcance de los daños en el batel y si compensa su arreglo teniendo en cuenta que su antigüedad es de 20 años.
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