Pablo Díaz, propietario de la vivienda incendiada ayer tarde, en la calle Juan de Mena, carga contra los políticos que no solucionan el problema de los bomberos de Castro Urdiales cuya plantilla no realiza desde hace meses guardias extra, al no estar remuneradas, lo que está dejando al parque con un mínimo de uno a tres efectivos casi a diario.
Este castreño también cree que la ciudadanía tenemos cierta ‘culpa’ por “no hacer nada”, por no reivindicar una solución para un problema “tan serio” como éste.
Declaraciones en Onda Cero Castro el día después del incendio que ha destrozado la estructura de madera del techo, inundando el piso de abajo y una lonja y que ha arrasado con buena parte de los recuerdos de su familia. Extinción de un fuego que necesitó la ayuda de efectivos y medios del parque de Laredo y Santander, ya que en Castro solo había dos bomberos (un cabo y un bombero en prácticas).
Puedes volver a escuchar la entrevista en este enlace:
https://www.ivoox.com/pablo-diaz-incendio-juan-mena-audios-mp3_rf_101743220_1.html
Pablo ha podido entrar hoy a la vivienda a recuperar algunos enseres, y la ha encontrado “mejor de lo que esperaba, puesto que el fuego se declaró en una habitación que estaba cerrada y eso evitó que las llamas se propagaran rápidamente”.
También ha hablado con el seguro y ha arreglado el tema del alojamiento de él y su madre hasta que puedan volver a su casa. Algo más tranquilo que ayer tarde pero aún en estado de shock ha sacado un hueco para atendernos y contarnos cómo fueron los hechos.
Pablo Díaz ha agradecido la atención desde ayer tarde del concejal Jóse Mari Liendo, alcalde en funciones estos días por el desplazamiento de la alcaldesa a Fitur. El edil puso a disposición de Pablo y su madre los recursos de los que dispone el Ayuntamiento y ha mostrado su preocupación e interés. Asimismo, también agradece la implicación de todas las fuerzas de seguridad y asistencia que acudieron ayer en su ayuda.
En cuanto a la causa, supone que haya sido un cortocircuito eléctrico ya que en la estancia no había calefacción sino una televisión y un despertador.
Pablo estaba en su habitación jugando con sus amigos a la videoconsola cuando empezó a llegar un fuerte olor a quemado. Tras abrir la puerta “me comió el humo negro y salí descalzo a la calle muy nervioso porque no sabía si mi madre estaba en la habitación; avisé a los vecinos, solo había una vecina y fui a dar parte a la Guardia Civil”. Aquí ha agradecido al Guardia Civil que entró hasta el fondo de la vivienda para comprobar si estaba la madre y que tuvo que ser atendido por inhalación de humo.
A partir de entonces surgieron los problemas, continúa explicando, dado que los dos bomberos de Castro, “uno de ellos aprendiz” . Pablo no quiere poner pegas, porque “bastante hicieron con los medios que hay”, pero cree que no es lo mismo que hubiera estado un bombero con más experiencia que el que vino. En cualquier caso, opina que el fuego hubiera pasado al inmueble de al lado no hubieran bastado dos ni cuatro bomberos.
Al respecto, Pablo no entiende como una ciudad con la población de Castro esté cubierta con dos bomberos. “Hay que quejarse seriamente”, y achaca a los políticos “que no quieran meter a más bomberos”.
De carácter reivindicativo, no entiende como la detención del rapero Hásel pudo movilizar a decenas de jóvenes en Castro y que la falta de un hospital o la falta de bomberos no susciten la misma preocupación. “La culpa es de la ciudadanía porque no hacemos nada”, señala.-
Pablo considera que su desgracia personal ha podido marcar el punto de inflexión para que se tomen medidas. “Yo podría haber perdido la vida si hubiera estado durmiendo. Creo que el Ayuntamiento está haciendo las cosas muy bien pero en un problema como el de los bomberos no se está actuando bien, y no sé por qué”.