El Ayuntamiento de Castro Urdiales inicia obras de saneamiento en el barrio Ribero de la Junta vecinal de Sámano.
Unos trabajos que ejecuta la empresa Elecnor Servicios y proyectos SAU con un presupuesto de 54.289 euros, IVA incluido y un plazo de ejecución de dos meses.
En la actualidad en ese barrio existe una zona con viviendas que no disponen de red de saneamiento.
Hace años se efectuó una canalización tanto de aguas fecales como pluviales procedentes de una urbanización existente en la zona más alta de dicho barrio. Esas aguas sucias acaban en un camino por el que discurren superficialmente hacia la cuneta de la Carretera Autonómica CA-520, y desde ésta son evacuadas a través de la red de drenaje superficial de la carretera.
Asimismo, hacia la cuneta también discurren los efluentes de las fosas sépticas de las viviendas situadas junto al cruce de la carretera autonómica con la carretera de Sámano al polígono de Vallegón.
Por ello, surge la necesidad de realizar las obras para la canalización de las aguas residuales que actualmente discurren por la cuneta de la carretera autonómica mediante la construcción de una red separativa de saneamiento.
Las aguas fecales se conducirán hacia el colector Helguera Montealegre perteneciente a la Fase III del Saneamiento Integral de Castro-Urdiales, y las aguas pluviales se canalizarán hacia un sumidero existente junto a la cuneta de la carretera CA-520. Ambas canalizaciones discurrirán paralelas a la carretera y por detrás del bordillo existente junto a la cuneta.
Aprovechando además la apertura de la zanja se procederá a la renovación del tramo de la tubería de abastecimiento al barrio de Helguera desde Sámano, que discurre bajo la cuneta de la carretera, y en la que se han producido numerosas fugas.
Se pone en marcha así una nueva obra de mejora de los servicios de abastecimiento y saneamiento, destaca la alcaldesa de Castro Urdiales Susana Herrán, que evitan fugas en la red y solucionan problemas de vertidos y separación de aguas pluviales en instalaciones independientes para verterlas a sus cauces. «Evitamos así transportarlas junto con las aguas fecales a la estación depuradora de aguas residuales, y ahorramos tanto en ese innecesario transporte como en su tratamiento, permitiendo además que las instalaciones depuradoras funcionen mejor y tengan capacidad para más número de habitantes», añade la regidora.